Enseñando el músculo

Los Cuervos le repitieron la dosis a quien los venció en la final, manteniendo el invicto en el torneo y la cima de la tabla.

 

 

La Unità di Corvi encaraba su último partido del año como líder general (aun con un juego menos que el su más cercano perseguidor) y lo hacía con un cambio de último minuto; sin embargo, esto no se vio reflejado en la cancha, debido al gran orden mostrado por los negros. En este marco, Erick daría la ventaja a los Cuervos con un gran cabezazo precedido de un saque de banda de Alberto, ventaja que si bien se vio acortada en algún momento del encuentro, nunca pudo ser revertida por el rival. Así pues, pese a recibir un tanto previa la finalización del primer lapso, dos tantos de Jair  (uno driblando al arquero y otro de penal) y el segundo en la cuenta de Erick, pondrían el marcador 4-1.

 

Con dicha ventaja, la segunda parte no fue sencilla, ya que si bien Jair completó su hat trick nuevamente desde los once pasos, el contrario se acercó a sólo un tanto. En dicho momento, cuando la Unità di Corvi se veía más agobiada por el rival, el gol de Alberto (derivado de un tapón al despeje del portero rival) les caería como cubetada de agua helada y pondría la calma necesaria incluso, para que Erick (a pase de Jair) colocara un derechazo en la horquilla, gol que completaría su hat trick y pondría los cartones definitivos al encuentro: 7-4.

Cabe señalar que no obstante que el encuentro fue disputado, los negros siempre demostraron contar con la calidad y el temple necesario para manejarlo, tanto en la parte defensiva (con Andros -y sus atajadas-, Karlo, Erick y Tony) como en el medio campo (con Neto, Jav y Axel) y en la parte ofensiva, con Jair, Alberto, Efrén y Carlos.

 

Hoy los cuervos terminaron el año invictos, duermen como líderes generales y son la escuadra que mejor juega en el torneo, hoy se saben más seguros de sus alcances y confían plenamente en cada uno de sus elementos, hoy son el equipo a vencer y sólo les queda seguir trabajando de la misma forma para, de una vez, tomar el trofeo de campeón en sus manos.
 

 

 

 

 

¡¡¡Andiamo Corvi, debemos cerrar a tope para ser campeones... comenzando
por recibir al siguiente rival, con el mismo instinto asesino!!!