Con escasos elementos, la Unità di Corvi enfrentó a un rival complicado y sufrió su primer descalabro en el presente torneo.
Así pues, si bien la diferencia en cuanto oportunidades generadas entre los equipos no reflejaba lo que sucedía en el campo, los cartones finales fueron 4-10, con un poker de tantos de Jair pero con la mayor cantidad de goles recibidos por los negros en su historia.
No nos queda más que levantar la cabeza y aprender de los errores para volver a arrancar y retomar el camino de la victoria. Esta derrota debe servirnos para ajustar detalles y encontrar soluciones dentro del campo, de cara, no sólo a los siguientes encuentros, sino a una próxima liguilla.
¡¡¡Andiamo, Corvi... a mostrar actitud, unidad y resilencia para volver a levantar el vuelo inmediatamente ante al siguiente rival!!!
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